Desde hace mucho me doy cuenta de que a las personas les cuesta salir de su rutina diaria, cada vez que trato de hacer planes con alguien que no suele hacer planes, acaban procrastinando y a última hora echándose atrás.
Siempre me he preguntado a que se debía ese cambio repentino cuando llevaban toda la semana emocionados deseando hacerlo.
La gente es capaz de poner escusas muy malas a ultima hora justo antes de salir de ese punto en el que se sentían seguros y protegidos.
Año tras año me lo preguntaba ¿Por que a las personas les cuesta salir a hacer cosas nuevas y siempre acaban por quedarse sin hacer nada emocionante?
Entonces me di cuenta de que a mi a veces me pasaba en menor medida pero me ocurría y descubrí el significado de la zona de confort, este concepto no estaba en mi vocabulario hasta entonces y el motivo era porque nunca dejaba las cosas para otro día, si lo puedes hacer, hazlo no lo pienses mas de 5 minutos o no lo harás.
Hola mi nombre es Juan Diego Simón y te voy a explicar que es la puñetera Zona de Confort y como salir de ella para ser más libre cada día.
¿Qué es la zona de confort?
La zona de confort es esa sensación de seguridad, fuera de la cual puedes sentirte muy incómodo. Desde un punto de vista personal, en la zona de confort apenas hay desarrollo personal.”
Y la parte que más se acerca al tema a tratar aquí es esta otra definición sobre “zona de confort”.
“Es cada uno de los lugares o situaciones donde un individuo se siente seguro, donde no existe riesgo alguno, ya sea en su hogar o lugares que su mente interpreta como potencialmente bajo de riesgo, esto causa una dependencia a ciertos lugares y no nos permite conocer otros escenarios productivos para la vida.”
¿Por qué nos sentimos tan a gustito en la zona de confort?
Porque esa zona de confort es como estar en tu cama bajo un edredón de plumas en un frío y lluvioso día de invierno.
Un lugar en el que te sientes tan a gusto y seguro, que no quieres salir, aunque sepas que lo que va a ocurrir cuando salgas a la calle, ese frío y lluvioso día de invierno, va hacer que cambie tu vida por completo.
Porque por lo general, tus miedos son los culpables de que no quieras salir de esa zona de confort.
Aunque esta zona de confort pueda parecer agradable (ya que nos permite seguir siempre con el «piloto automático» puesto), no es un lugar suficientemente estimulante y a la larga no salir de ella puede hacer que nos sintamos vacíos y se caiga en la apatía o en ciertas dinámicas de comportamiento relacionadas con la depresión.
¿Por qué nos cuesta estar fuera de nuestra zona de confort?
En mi opinión, generalmente, el que no salgamos de nuestra zona de confort se debe al miedo, esa terrible sensación de incomodidad que nos hace creer que cuando hagamos una cosa nos ocurrirá otra mala o peor.
Por lo general, el miedo te hace creer o imaginarte que ocurrirá algo que en realidad no va a ocurrir y te traslada a un futuro incierto que tan solo esta en tu imaginación.
De este modo, nunca percibes la sensación de haber realizado nada satisfactorio, un hecho que estaría fuera de lo normal para ti.
Estos miedos suelen ser experiencias de la niñez o miedos metidos por nuestros padres.
¿Recuerdas ese momento? ¡Pepito! no hagas eso que te caes! O ¡No toques al perro que puede morder! Y ahora te dan miedo los perros o las alturas.
Casi siempre las acciones que no hicimos de pequeños, por miedos transmitidos por nuestros padres o adultos, son los miedos que ahora percibimos como nuestros.
Y, aunque estés deseando hacer un viaje alucinante, tus miedos no te van ha permitir llegar a hacerlo “por si acaso” o “¿y si…?” te ocurre algo que realmente está muy lejos de la realidad.
Lo más probable es que pase algo increíble que te cambie la vida por completo o, al menos, tengas una experiencia satisfactoria y gratificante que te haga sentir mejor que quedarte en casa bajo el edredón.
A mi, personalmente, aún me sigue ocurriendo, me encanta salir a la montaña a investigar rutas nuevas para mis clientes, pero claro, no todo el mundo puede acompañarte un miércoles para hacer una ruta de 5 horas.
Pues bien, la noche de antes siento esa sensación de incomodidad y de emoción al mismo tiempo. Incluso la misma mañana aún estoy indeciso de si salir o no; mi instinto animal me está pidiendo que me quede en la zona de confort.
Pero hago un último esfuerzo, me levanto de la cama y me preparo. Por mi cabeza siguen pasando mil posibles finales para ese día. Yo solo en la montaña uuuhhh. Pero ninguno de esos pensamientos es el que termina victorioso después de haber encontrado y visto un lugar increíble que solo unos pocos habremos podido ver.
La mayoría de nosotros pasamos casi todo el tiempo en esa zona de confort; esa burbuja que nos mantiene seguros.
Mira este gráfico.
Normalmente estamos en esa zona verde, ese es tu cama con tu edredón calentito y a gusto, hay un momento en el que decides salir a hacer algo, como ir a la montaña solo o hacer un viaje al que le tienes ganas.
En ese momento pasas a la zona roja, la zona del miedo. Solo hay que tratar de mantenerse en esa zona el tiempo suficiente para que sin darnos cuenta pasemos a la zona amarilla, la zona de acción y aprendizaje.
Es en esta zona donde ocurre la magia, en el que todos los miedos desaparecen y empezamos a tener sensaciones de euforia, nuestras pulsaciones han bajado y comenzamos a disfrutar y aprender.
En la escalada pasa mucho, de hecho, también me pasó, en ese momento busqué información sobre cómo superar la barrera psicológica, por suerte para mí, encontré el libro Guerreros de la roca, os aseguro que a mí me ayudó bastante.
Cuando estás haciendo un grado durante mucho tiempo pongamos, como ejemplo: 6a, b o c, y quieres pasar al siguiente nivel 7a, porque sabes y sientes que podrás hacerlo.
Pero en tu mente aparecen ciertos miedos como que al pasar a ese grado por el camino pueden ocurrir cosas malas, tales como: que las caídas serán mayores, las regletas ahora serán más pequeñas, no vas a aguantar y te vas a caer, o incluso se pasa por la cabeza que algo del material falle.
Todo esto son miedos que nuestro cerebro crea para no salir de la zona de confort. Él está a gusto allí y nadie le esta sometiendo a ningún tipo de sensación ni tensión. Lo que hace es crear una defensa y tú te quedas en ese 6º grado aún sabiendo que podrías hacer un 7a.
En el momento en el que decides dar el paso y enfrentarte a ese 7a, tu cuerpo empezará a temblar, sentirás mil sensaciones que ya sentiste antes en los sextos pero que ya no recuerdas.
Cuando estés haciendo la vía, tu cerebro saboteará, una y otra vez, ese exitoso final que tanto ansias.
Otra situación de este tipo también se da en montaña cuando estás realizando rutas con 300 o 400 metros de desnivel positivo de unos 12 km y, de pronto, aparece una que tiene 700 u 800 metros de desnivel.
Sabes que la quieres hacer, pero tu cabeza empieza a sabotearte y te manda imágenes a tu cerebro de ti mismo rendido a mitad de ruta, echando el hígado o siendo rescatado por los equipos de rescate de montaña.
Aunque en el fondo sepas que puedes hacerlo, finalmente no la haces por esos miedos, siempre buscas la escusa para decir que no y procrastinas, una y otra vez, esa salida.
Pero te aseguro que eres capaz si te lo propones. El poder está en la mente y la mente va a mandar la suficiente energía al cuerpo para lograrlo.
¿Qué consigo saliendo de la zona de confort?
Y ahora dirás: ¿de qué me sirve a mí pasarlo mal con lo a gusto que estoy aquí?
Quizás seas una de esas personas que no quiere salir de la zona de confort, que le da igual, estás muy bien yendo de tu casa al trabajo y del trabajo a casa, para luego pasar el resto del rato libre viendo la televisión o conectado al Facebook o cualquier red social, YouTube o lo que sea.
Aún si no quieres salir de tu zona de confort, te aconsejo que leas estos beneficios que te van a hacer estar en una nueva fase de tu vida y/o recordarte cuando tenías 20 años y querías comerte el mundo.
Porque te aseguro que cuando pasen los años y mires atrás, te darás cuenta de lo poco que has hecho en tu fucking vida. Y llorarás.
Pues bueno éstas son algunas de las cosas que vas a conseguir:
-Te hará más fuerte como persona
Se de buena mano lo complicado y estresante que puede ser salir de esa zona, pero te digo una cosa, merece la pena.
Ya sabemos que el miedo es el que nos lo impide. Primero empieza por aceptarlo. Se consciente de que está ahí y asúmelo e inmediatamente después, cambia tu imagen de futuro.
Al final, lo mas importante es dar el paso, salga como esperabas o no, da igual, lo importante es salir y, al repetirlo una y otra vez, te hará ser mas fuerte. Con el paso del tiempo mirarás atrás y te sentirás orgulloso de ti mismo.
Salir de la dichosa zona de confort te hará ser una persona más fuerte.
-Te hará ser más creativo
!!!Creatividad al poder!!! Un estudio publicado en Applied Cognitive Psychology (2012) demostró que los estudiantes que pasaron un semestre fuera de su país tuvieron puntuaciones más altas en dos pruebas de creatividad que aquellos sujetos que no habían estudiado fuera.
-Te va a permitir ganar autoconfianza
El hecho de salir de la zona de confort y ponerte a prueba te permitirá conocer que tienes o dominas ciertas habilidades que, en nuevas situaciones, te harán salir airoso, de las cuales en un principio te parecieron complicadas.
Conforme vayas saliendo de esa zona de confort y a más situaciones complicadas te enfrentes, más seguro te sentirás e irás ganando más y más confianza para acciones futuras.
–Podrás seguir con tu desarrollo personal
¿Recuerdas cuando eras joven, salvaje y libre, que lo dabas todo sin importar las consecuencias, y lo que has llegado a aprender gracias a esas experiencias?
En el libro “Auto-renovación”, del escritor John Gardner dice: “Pagamos un precio muy alto por nuestros fracasos y es un obstáculo enorme en nuestro crecimiento”. Esto provoca que nuestra personalidad no se desarrolle y no permite la exploración y la experimentación. “No hay aprendizaje sin algo de dificultad. Si quieres seguir creciendo, debes superar el miedo al fracaso”.
-Te aseguro que conocerás a gente nueva y vivirás nuevas experiencias
Salir de la zona de confort haciendo nuevas actividades te va a brindar la oportunidad de hacer nuevas amistades, conocer personas con historias diferentes, incluso podrás conocer al amor de tu vida.
Muchas veces me llama algún nuevo cliente para venirse a una ruta y me dice: “bueno voy a ver si convenzo a algún amigo y me animo y voy”. Pues yo le respondo; “no hace falta que convenzas a nadie, vente porque vas a conocer gente nueva con las mismas inquietudes que tú y con ganas de hacer cosas emocionantes”.
No dejes de hacer algo que te apetece porque ningún amigo no quiera acompañarte.
Te aseguro que a lo largo de mi vida he conocido mucha gente increíble gracias a aventurarme solo a hacer cosas nuevas.
-Los nuevos retos pueden hacerte envejecer mejor
Desde que conozco a mi suegro me ha demostrado que ésto es real. Él ya hacia montaña y deporte, pero al poco de conocerlo se empezó a meter en las carreras de trail run o carreras por montaña.
El tío ha llegado a hacer la Trans Gran Canaria 360º, una prueba de 256 km de recorrido y un desnivel de 16.500 metros positivos, unos 3 días corriendo ¡vamos! y con 60 años y está en mejores condiciones que muchos jóvenes de 20, que no hacen mas que ver televisión, mirar el iPhone o cualquier cosa menos salir a vivir nuevas experiencias, lo sé! Conozco a alguno así.
¿Cómo supero la barrera de la zona de confort?
Tienes que convencerte de que lo que pasa por tu cabeza no es real, simplemente es que tu mente te está saboteando.
Aunque es bueno tenerle respeto al miedo pues te puede ayudar a concentrarte y así evitar el peligro.
Eso sí, si dejas que el miedo te domine puedes acabar con nervios, ansiedad, sudor, llanto, temblores, rabia, frustración, confusión y un largo etcétera de sensaciones horribles.
A medida que te vayas poniendo pequeños retos, más cómodo te sentirás a la hora de afrontar situaciones desconocidas. Tendrás una serie de experiencias en la cabeza a las que recurrir cuando las necesites.
Cuanto más retos te pongas a ti mismo más aprenderás a usar el miedo a tu favor.
Es posible aprender a controlar el miedo. Cuanto más vayas al límite, más te conocerás a ti mismo.
Cada cual tiene que utilizar sus propias estrategias para afrontar esos miedos, lo que funciona para ti no tiene por qué funcionar para otros.
Independientemente de lo que vayas a hacer, ya sea ir a hacer una ruta de montaña de alto nivel, una escalada de grado 6, o dar una charla en público, aquí tienes unos consejillos que te pueden ayudar a dar el paso y no quedarte estancado.
- Respira de manera profunda y controlada.
- Trata de visualizar el resultado que quieres.
- Siéntate en silencio y sé consciente de la postura que estás.
- Escucha música motivadora o a gente que te motive.
- Mira cómo alguien lo hizo antes que tú y hazlo, como dice NIKE: Just Do It (Solo hazlo).
- Piensa en todas las cosas que te han dado miedo pero que has logrado superar.
- No pienses y concéntrate en la acción del presente.
- No bloquees tus emociones.
- Apóyate en un mentor o en alguien en quien confíes (pero nota, no que no te convierta en una persona dependiente).
- Empieza a decir sí cuando normalmente dices no.
- No planees tanto las cosas y aprende a disfrutar incluso con lo que sale mal.
- Cambia tu ruta al trabajo.
- Acepta la incertidumbre y lo desconocido.
- Rodéate de gente que siempre esté superando retos y viviendo aventuras.
- Dejate llevar por las acciones espontaneas que ocurran a tu alrededor.
Si la estrategia que usas funciona, empezarás a sentirte cómodo en las situaciones incómodas.
La experiencia te enseñará cómo lidiar con situaciones nuevas.
Es importante ir cada vez un poco más allá, de lo contrario, al final te quedarás en lo que es tu nueva zona de confort.
Para salir de tu zona de confort no hace falta que te vayas de aventura a la otra punta del planeta. Puedes empezar en tu hogar. Basta con ponerte pequeños retos para aprender a lidiar con el sentimiento de incomodidad.
Llegará un punto en el que no haya muchas cosas que te preocupen. A pesar de seguir respetando al miedo, tu experiencia te hará sentir cómodo en casi cualquier situación.
Las aventuras, ya sean grandes o pequeñas, son una manera maravillosa de aprender en la vida, por eso soy adicto a ellas igual de adicto a la adrenalina que producen esas experiencias.
Una vez que experimentes esas sensaciones, habrá pocas cosas que no seas capaz de hacer, la vida es mucho más interesante cuando vas más allá, por suerte, estas sensaciones y experiencias son saludables.
Después de pasar la zona de confort
Aunque llevo un rato hablándote de como salir y por qué, también debes saber una cosa, que cuando sales de la zona de confort y ya has pasado al aprendizaje, esa zona se convertirá en tu nueva zona de confort. Aprende a dejarte llevar por esas nuevas zonas, disfrutalas, has llegado a ellas y te han costado mucho.
No te obsesiones con buscar todo el tiempo salir de la zona de confort, solo cuando quieras hacer algo y tengas esa sensación de miedo e incertidumbre que invade tu mente, plántale cara y decide hacerlo. Una vez que lo hagas, disfruta de ese momento, gózalo, porque esa sensación es sublime.
En definitiva, el salir de la zona de confort puede ser para ti un punto de inflexión en tu vida, pasarás de tener una vida monótona y sin o con pocas emociones, a tener una en la que todo es diversión y sensaciones. No olvides que también tienes que aprender a disfrutar del momento de después y reflexionar sobre los logros obtenidos.
Espero que te haya gustado este articulo, cuéntame que momentos has tenido al salir de la zona de confort y que has echo para afrontarlo, y si aun no has salido cuáles son tus mayores problemas para salir.
Un fuerte abrazo
Juan Diego Simón
Me gustó mucho la información! Estaría agradecido si te pones en contacto con nosotros y de ser posible realizar un intercambio de información
Hola Alvaro
Muchas gracias por leerlo y de que te haya gustado, al final este estado lo sufrimos todos en mayor o menor medida, con unas cosas u otras.
Te escribo un email para contactar
Un abrazo
Cuanta razón. Me parece muy interesante este tema. Siempre he pensado que uno de los motivos que nos frenan a salir de la zona de confort es también la pereza, ¿no lo crees tu?
Hola Estela
Tienes razon, la pereza tambien hace que sea una causa de la que no salimos de la zona de confort pero se ve invadida ademas por pensamientos negativos de tipo, «hay si es que no se si me apetece o ya mañana, pero es que tengo ganas», por que la mente no quiere verse alterada ante una situacion diferente, por lo que crea esa pereza y ese agotamiento a veces para no salir.
A mi me pasa esto mismo, ¿pereza o mi mente saboteandote para que no salga?, a veces cuando me da pereza hacer algo justo antes de salir (que casualidad que siempre es antes de salir), recuerdo en el momento que tome la decision de hacer lo que fuese que decidí hacer, ya sea subir una montaña o escalar algo, trasladandome al momento en el que tenia ganas y estaba euforico y emocionado por hacerlo, entonces mi cuerpo se activa y combate a mi mente para hacer esa actividad, y despues cuando estoy en medio de la actividad mi grado de satisfacción es mucho mayor a la pereza, de echo no me da pereza mientras lo estoy haciendo, porque si no lo que seria es un vago, jejeje,
Asi que yo casi siempre la pereza se lo achaco a que mi mente no quiere salir de la zona de confort y por eso genera pereza y pensamiento negativos.
Pero nosotros tenemos el poder de combatirlos y sentirnos realizados.
Un abrazo
Juan Diego Simon
Que palabras más sabias, todos nos hemos sentido, nos sentimos en algún momento y seguiremos sintiéndonos así. Por ello es tan importante ser consciente de dónde están esas dificultades y luchar contra ellas.
Gracias por el artículo, muy inspirador.
Hola Sandra.
Tienes toda la razón, nos sentimos, y nos seguiremos sintiendo así, a veces sin darnos cuenta incluso cuando estás saliendo de tu zona de confort se vuelve a convertir en esa zona.
Creo que una de las cosas más importantes es reconocer a dónde quieres llegar, encontrar tus miedos, reconocerlos y combatirlos de manera escalonada para que no se convierta en un trauma, y cuando llegues a ese punto aprender a disfrutar de el y que no se haga una obsesión el estar saliendo constantemente, porque si no no lo disfrutas.
Lo se por experiencia, me pasaba cuando escalaba o con la bmx, siempre quieres sentirte mas y mas seguro fuera de la zona de confort, pero luego encuentras una nueva zona de miedo que quieres superar y hay que disfrutar de las zonas de confort al menos un tiempo.
Un fuerte abrazo Sandra